domingo, 30 de octubre de 2011

Por este medio invitamos a nuestros compañeros docentes que se desempeñan como profesores de nivel secundario, a colaborar a través de esta encuesta con la investigación que llevamos a cabo para la materia Metodología de la investigación.
Desde ya, muchas gracias!!!!

lunes, 1 de agosto de 2011

"Los niños desatentos"

Quiero compartir con ustedes la situación problemática que presente en el Taller: "Responsabilidad en la tarea docente, con vistas a garantizar los procesos de inclusión socio-educativos".


*Situación problemática: “Los niños desatentos”

La problemática que abordo es la de los niños desatentos, niños que parecen no manifestar deseos de aprender, a veces también son disruptivos o hiperactivos. Este tema se transforma en una situación muy difícil de sobrellevar para un docente, por el clima que se presenta dentro de la clase.
Por lo general  la dificultad del niño se detecta en la escuela, es el maestro quien descubre que algo no anda bien. A veces los padres, cuando este problema se presenta a muy temprana edad son los primeros en descubrir algún tipo de comportamiento extraño en sus hijos. Pero muchas veces los progenitores no están preparados para los contratiempos que les plantean sus hijos (pueden vivirlos con sentimiento de culpa, o el hijo está tan idealizado que no pueden soportar ninguna falla en él); y esto les impide actuar con naturalidad. Si a ello se le suma  comparaciones con otros niños, opiniones de otros familiares, etc., las cosas pueden complicarse e incluso ignorarse. Solo se vislumbra cuando el problema se convierte en tensión y angustia, que por lo general es cuando el colegio alerta a los padres.
Los síntomas suelen aparecer antes de los 7 años de edad y no responden a un trastorno mental agudo (psicosis), ni a un retraso mental.
Son niños que a menudo no pueden terminar las cosas que empiezan, que parecen no escuchar (sin tener  inconvenientes auditivos), se distraen con facilidad, tienen dificultad para concentrarse en el trabajo escolar o en tareas que exigen una atención sostenida. Actitud que da la impresión de desgano.
 A veces este cuadro se asocia con hiperactividad e impulsividad (no en todos los casos de niños desatentos). Algunas de las conductas que se observan son: actúan antes de pensar, les cuesta mantenerse quietos (se mueven excesivamente, corren, no logran mantenerse sentados por mucho tiempo), desafían las normas, necesitan supervisión constante, hay que llamarle la atención con frecuencia, ya que suelen exponerse a situaciones de riesgo y accidentes.
Por otra parte esta situación determina que el niño tenga inconvenientes en las relaciones sociales, sobre todo con sus pares.
¿Cuál es la relación entre el Trastorno por Déficit de Atención (ADD) y el fracaso escolar? Son altísimos los porcentajes de incidencia del déficit de atención en las dificultades escolares. El 30% de los niños con ADD presentan problemas específicos de aprendizaje; y el 50% de los niños con trastornos específicos de aprendizaje también presentan ADD.


“No termina de copiar lo que se escribió en el pizarrón. Tiene el cuaderno lleno de incompletos.” “No atiende en clase, le va mal en la escuela, tenemos miedo de que repita el  grado.” “Les pega a los otros chicos, en casa rompe todo, es insoportable”. “Es imparable, nos agota.” “Siempre fue rebelde, contestador, no obedece.” “Es un chico difícil.” “No atiende cuando se le habla, no puede quedarse quieto.” “Esta siempre en la luna, pierde todo, se olvida de lo que tiene que hacer como tarea y no le importa; no sabemos qué hacer con él.”

En esta viñeta clínica extraída del texto de Beatriz Janin "Niños desatentos y hiperactivos"; se puede apreciar a través del discurso de los padres, el modo en como estos presentan a su hijo que muestra problemas de  Déficit de Atención con hiperactividad (ADHD). Por otra parte, como los niños suelen repetir sus patrones de conducta en los diferentes espacios donde interactúan, los mismos síntomas tienen consecuencias no solo en el ámbito de la familia, sino también en el escolar como se aprecia en el relato de estos padres. 


*Abordaje de la problemática.

La escuela suele ser el lugar donde con frecuencia se despliega la problemática psíquica. Esto se debe a que ella es portadora de una legalidad,  a la que la institución y todos sus integrantes (profesores, alumnos, directivos) deben someterse. Por lo tanto, suele ocurrir que ciertas cuestiones pasen desapercibidas  en el seno de la familia o transcurran de manera silenciosa, y eclosionen confrontadas con las exigencias escolares.
Hay que tener en cuenta que no existe una única causa para el fracaso escolar; sino que el problema implica múltiples lecturas. En la actualidad; pareciera que la mayor parte de las dificultades de los niños en la escuela, se debe a un trastorno llamado ADD. Este es un abordaje reduccionista del problema. De lo que se trata,  es de dejar un espacio abierto que permita entender que le ocurre a cada niño; y no obturarlo con un diagnóstico estigmatizante. De esta manera pasa a la categoría de “trastorno”, lo que implica que es algo que debe ser eliminado.
Un niño puede tener ciertas dificultades que hay que trabajar; pero desde esta perspectiva se focaliza el tema en reducir las conductas perniciosas, sin tratar de entender qué quiere decir un niño a través de ellas.
La escuela espera que los alumnos incorporen ciertos conocimientos cada vez mayores, que acepten que el momento del juego está limitado al recreo, y que sigan el programa curricular como una ruta fija; sin tener en cuenta a los contenidos que por momentos son lejanos a los intereses cotidianos de los niños.
Al educando se le exige en el ámbito escolar, que preste atención sostenida, que se concentre, que no se disperse y fundamentalmente que se adapte. En definitiva, se espera que se desempeñe con eficiencia en las tareas de aprendizaje y que interactúe armoniosamente.
Ciertos trabajos psíquicos deben ser resueltos para el ingreso del niño a la escolaridad, debe haber tramitado cuestiones ligadas a su origen, a su historia familiar, al lugar que ocupa en el deseo de los padres. Además debe poseer ciertos diques constituidos, limites incorporados, posibilidades sublimatorias (fines socialmente útiles) de aplazamiento de la satisfacción inmediata.
Algunas escuelas acompañan, esperan y sostiene a un niño que está atravesando situaciones vitales (separación de sus padres, mudanza, nacimiento de un hermanito, fallecimiento de un abuelo, etc.); que a veces sólo necesitan de un tiempo de reacomodación. Mientras que otras tienden a expulsar al niño y su familia cuando algo se sale de la norma.
Los chicos desatentos tienen sentimientos de ser rechazados, cualquier conflicto con sus pares o maestros genera temores por cambio de ambiente, traslado a otra escuela. Y esto es lo que generalmente sucede, pues muchos establecimientos educativos no contienen a estos niños y los dejan fuera de la institución (en el mejor de los casos les reducen la carga horaria de clase, o se los cambia de turno o grado). Lo que provoca que deambulen de escuela en escuela; con el consiguiente stress que implica adaptarse y sentirse aceptado en la nueva comunidad, y por otra parte internalizar un sentimiento de pertenencia.
Se requieren instituciones educativas dispuestas a integrarlos, no sólo desde las declamaciones oratorias sino desde la planificación cotidiana; que permitan modificar la imagen que el niño tiene de sí mismo (ella se construye en función de aquella que le devuelven los otros), y por ende la que genera en los demás.
Cuando un chico es esperado en el lugar de “niño problema”, él se acomoda en ese espacio.
Se necesitan escuelas que académicamente apunten al procesamiento de la información y no a la acumulación de datos; que respete los tiempos y modalidades de adquisición de los conocimientos; que el equipo docente esté dispuesto a trabajar con los profesionales que atienden al niño; que la institución escolar (incluidos padres y alumnos) sea permeable a la integración de chicos con dificultades.
Integrar (significa dar integridad, también componer un todo con sus partes) no significa homogeneizar, pues implicaría en este caso borrar las diferencias subjetivas. Por el contrario, se trata de construir un grupo respetando esas diferencias y enriqueciéndose con ellas.
Los niños hiperactivos suelen ser osados y creativos. Si podemos tomar estos aspectos como valiosos, le estaremos devolviendo a estos chicos la imagen de que algunas de sus características tienen connotación positiva.
Se hará necesario pensar en cómo se organizan las aulas, las tareas, los subgrupos de trabajo, la presentación de las consignas, las normas a cumplir.  Si las tareas presentan riqueza de estímulos, si las temáticas educativas son abordadas desde áreas diversas pero con un proyecto integrado, si se toma el tiempo necesario  para  trabajar la dinámica grupal y las normas de grupo consensuadas, si hay respeto por las individualidades, entonces recién allí podremos hablar de inclusión.
La problemática de los chicos desatentos es compleja, no es sólo problema del niño. Implica múltiples factores que comprometen al chico, a su familia, a la institución escolar, al equipo médico, a los terapeutas; tanto como a las políticas públicas.
Hay que entender; que los niños tienen diferentes modos de acercarse a los objetos de conocimiento, algunos se acomodan mas fácilmente a lo que se espera de ellos.
Comprender que la desatención en los chicos se debe a sufrimiento psíquico (que no se trata del desafío a la autoridad o a la falla en los neurotransmisores cerebrales), posibilita a la institución escolar encontrar modos de acompañarlo en sus disrupciones.
Hay que rescatar la individualidad (una persona es quien es a causa de su edad, su historia, de lo que ha tenido ganas de hacer, etc.). Si el niño piensa en lo que él desea, si asume el riesgo por ello, y si está sostenido por alguien que tiene fe en él; se convertirá en el más virtuoso.
Si un niño presenta una herida social, física, psíquica, o una manifestación desvalorizada de los padres o educadores (adultos significativos en su vida), el niño mostrará problemas de carácter  o se deprimirá. Cuando sucede esto, no hay que “no darse por enterado”, hay que decir lo que ha pasado.
Por eso es peligroso culpabilizar a un niño que no actúa como los adultos piensan que hubiera debido hacerlo. Un chico puede alienarse en otro que le ponen como modelo (el que hace lo correcto, el que es bien visto por la sociedad), esta situación  es nefasta cuando se convierte en un medio de educación.
Los niños desatentos e hiperactivos dan cuenta de algo que ocurre en nuestros días: padres desbordados, padres deprimidos, docentes superados por las exigencias, un medio en que la palabra ha perdido valor y normas que suelen ser muchas veces contradictorias y confusas.
En las escuelas hay niños desatentos que se quedan quietos y desconectados, otros que se mueven permanentemente, algunos que juegan en clase, otros que reaccionan inmediatamente a cada estimulo sin darse tiempo a pensar…Cada uno de estos chicos tendrán sus motivos particulares para no “atender” en clase, o atienden de modos diferentes, o a cuestiones diferentes a lo esperable.
La paradoja es, que los niños desatentos son aquellos que atienden a varios estímulos a la vez (tanto interno como y/o externos), no pueden abstraerse de ellos.
Sabemos que los niños hoy en día, están habituados a recibir estímulos fuertes, cambiantes, de predominio visual; y muchas veces tienen que adaptarse a él aprendizaje de conocimientos en que prevalece la palabra como es el caso de la escuela.
La  “atención” es un estado en el cual la tensión interior esta dirigida hacia un objeto exterior. Es un proceso activo, que protege al individuo del caos del mundo externo y de sus propias sensaciones; permitiéndole privilegiar un elemento sobre los otros. Se trata de la “atención selectiva”; es la que requiere el colegio (que se mantenga la atención sostenida  sobre un objeto que indica la maestra/o), y ello implica que el niño deponga sus intereses momentáneamente.
El dirigirse al mundo y sostener el oído y la mirada esta motorizado por el deseo. El problema de los niños que no atienden en clase, no es tanto la distracción sino la falta de motivación. En los últimos años; el desfasaje es muy grande entre aquello que se le transmite al niño y los intereses  que el niño tiene en la vida cotidiana.
Por lo tanto; son necesarios sistemas educativos donde estos niños puedan ser incluidos como sujetos, en los que no se los etiquete, ni se los margine; sino que se los considere con derecho a ser escuchados y se posibilite el máximo desarrollo de sus posibilidades
La educación es un derecho del niño y es una obligación de los adultos hacer cumplir ese derecho.

El rol del docente consiste en lograr que los niños de los cuales se ocupa lleguen a convertirse en adultos mejor pertrechados para la vida. Es un trabajo dado a la sociedad, a cambio del cual gana dinero para vivir. No le pagan por dar lo que los padres de ese niño no le han dado. Le pagan por dar lo que la sociedad le ha delegado; que es ayudar a los niños a expresarse con él, con los otros,  y a pensar en su porvenir.



Bibliografía consultada:

-Dolto, F.: “Trastornos en la infancia”. Reflexiones sobre los problemas psicológicos y emocionales más comunes. Editorial Paidos.  
-Janin, B.: “Niños desatentos y hiperactivos”. Reflexiones críticas acerca del Trastorno por Déficit de Atención con o sin hiperactividad. Edición: Novedades Educativas.
-DSM IV. Manual de los Criterios Diagnósticos de los Trastornos Mentales. Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o adolescencia. Trastorno por déficit de atención y comportamiento perturbador.


Teniendo en cuenta la materia que nos convoca en este blog, los invito a pensar como creen que influirá la implementación de las nuevas tecnologías en el aula en esta problematica ¿ podrían colaborar en el aprendizaje de estos niños que se dispersan en la clase, que son inquietos, curiosos, o permanecen ensimismados ?